Silbaba y cantaba,
y no podía dejar de saltar,
sobre jacarandás volaba,
reboloteaba,
con el pólem se dejaba llevar,
¿cuándo miró al cielo?
¿lo habrá hecho alguna vez?
no lo creo y él tampoco,
y,
con el cienpiés al cuello,
silbaba y cantaba,
y no podía dejar de reír,
escuchen, escuchen,
frenen los días y corran los tiempos,
que los narajos bailen y aplaudan,
arriba, arriba,
hora del té para los pájaros,
y del desayuno para las abejas,
él no espera,
y,
espanta al otoño,
y,
contagia la primavera,
fuera, fuera el frio,
bienvenido el equinoxio,
¡deshielo!
avalanchas,
corrales de aventuras,
y,
silbaba y cantaba,
y no podía dejar de vivir,
de
Sinfonia de un movimiento by Hana-Liatris, literature
Literature
Sinfonia de un movimiento
Él era abogado, pero odiaba completamente su profesión.
Era porteño del barrio de la Boca, nacido entre tangos y lienzos de pintura, con las calles vecinas de adoquines y mil y un leyendas urbanas de compañeras a lo largo de su infancia. En su adolescencia había intentado seguir los pasos de sus padres, pintores y grandes artistas, pero cada trazo había resultado en una humillante frustación, y cada intento había resultado en tela rota y paredes manchadas de pintura seca y amargura.
Todavía recordaba, con demasiada exactitud, cuando su familia se había enterado, por boca de primos, que iba a estudiar Derecho. Ellos no lo entendían, tampoco s
Cuando uno se sienta frente a la computadora, dispuesto a escribir, con una taza de café en mano y la buena voluntad de la iniciativa en el alma, siempre ocurre una de dos: o su mente se blanquea o su imaginación se convierte en un torrente de imágenes, palabras y sentimientos, tan confusos como puntuales, que no le permiten a uno elegir historia o aventura para contar sin dudar de la decisión.
Bueno, o eso es lo que a mí me suele pasar.
Y ya se pueden imaginar, mis queridos lectores, cuando pasa lo contrario. Cuando se agoniza en medio de escenarios y situaciones de la realidad porque no se tiene consigo un
I guess one of the worst feelings,
is to feel forgotten,
knowing that,
obviously,
one wasn't errased from the mind,
simply left aside,
you know,
like when you are too busy,
head focused on the moment,
the today,
and so,
it forgets.
About yesterday,
or something,
or somewhere,
or someone,
or just me.
Or maybe I'm just turning paranoid,
who knows,
though you just don't remember.
A pesar de ser la forma más patéticamente poco original de empezar una historia (o cuento, o relato), el día sí estaba nublado. El cielo estaba cubierto con un manto pegajoso de nubes grises, mientras que la atmósfera era pura humedad y empeoraba el remolino que él tenía en la cabeza, sobretodo teniendo en cuenta que ese día se había bañado y no se le había secado el pelo a pesar de haberle pasado la toalla hasta que sus brazos se habían cansado de luchar contra su alborotada y, aún mojada, cabeza.
Como odiaba esos días.
Más si le tocaban cuando por fin tenía un día libre de ese aburrido y maldito trabajo.
Bueno, no era un desagradecido, p
A veces me siento y pienso. by Hana-Liatris, literature
Literature
A veces me siento y pienso.
Lo más gracioso es que estoy sentada pensando si en verdad existe...
O existes, no estoy segura si es tan solo una idea o una persona. Tampoco intento pensarlo mucho, sólo lo necesario para saber que es algo y no una simple acotación copiada
..... ¿o no?
Si pudiera ser más de lo que soy, sería un pájaro, y tendría su cerebro para tirarme por la ventana sin miedo, confiada de mis alas.
Me gustaría deshacerme de mi sentido de supervivencia,
así la vida sería una aventura.
Y una muy volada.
Si pudiera pedir un deseo, sería poder escuchar sin música... o mejor aún, tan solo con la imaginación. Podría elegir la canción, el volumen no me volvería
Ya no iba a estar solo by Hana-Liatris, literature
Literature
Ya no iba a estar solo
Era un día movido, bueno, no era distinto al resto de su vida, pero le gustaba pensar eso y tratar de engañarse cada vez que salía a la calle, en el pequeño hueco de tiempo libre de la diez de la mañana, para tomarse un café bien concentrado, a tan solo un par de cuadras.
Se acomodó el sobretodo, que a pesar de su apariencia era bastante liviano, y dio gracias a su natural lucidez temprana, ya que, por suerte, se le había ocurrido agarrar algún abrigo antes de ir al trabajo. A pesar de que era verano, el tiempo destemplado, junto con el cielo nublado y la intensa lluvia de la n
Abrió los brazos y gritó,
gritó por su angustia,
por su existencia,
por que no había nada más por lo que gritar,
nada,
y lo odiaba,
¿Por qué no podía sentirlo?
Llevaba puesto un abrigo y era verano,
pero nada,
tan solo escalofríos,
un cuerpo que no era el suyo,
Y siempre,
siempre,
era un extraño,
y siempre,
siempre,
lo odiaba,
Pero estaba cansado,
demasiado,
y la garganta le ardía,
quería desgarrar,
romper,
Sus piernas ya no podían,
su postura se desmoronaba,
y,
estaba solo,
mátenme, pensaba,
ya no puedo más,
Ya no podía ver,
cuando casi no respiraba,
pero,
no sentía sino angustia,
nada,
nada distinto,
y siempre,
siempre,
era igual,
Silbaba y cantaba,
y no podía dejar de saltar,
sobre jacarandás volaba,
reboloteaba,
con el pólem se dejaba llevar,
¿cuándo miró al cielo?
¿lo habrá hecho alguna vez?
no lo creo y él tampoco,
y,
con el cienpiés al cuello,
silbaba y cantaba,
y no podía dejar de reír,
escuchen, escuchen,
frenen los días y corran los tiempos,
que los narajos bailen y aplaudan,
arriba, arriba,
hora del té para los pájaros,
y del desayuno para las abejas,
él no espera,
y,
espanta al otoño,
y,
contagia la primavera,
fuera, fuera el frio,
bienvenido el equinoxio,
¡deshielo!
avalanchas,
corrales de aventuras,
y,
silbaba y cantaba,
y no podía dejar de vivir,
de
Sinfonia de un movimiento by Hana-Liatris, literature
Literature
Sinfonia de un movimiento
Él era abogado, pero odiaba completamente su profesión.
Era porteño del barrio de la Boca, nacido entre tangos y lienzos de pintura, con las calles vecinas de adoquines y mil y un leyendas urbanas de compañeras a lo largo de su infancia. En su adolescencia había intentado seguir los pasos de sus padres, pintores y grandes artistas, pero cada trazo había resultado en una humillante frustación, y cada intento había resultado en tela rota y paredes manchadas de pintura seca y amargura.
Todavía recordaba, con demasiada exactitud, cuando su familia se había enterado, por boca de primos, que iba a estudiar Derecho. Ellos no lo entendían, tampoco s
Cuando uno se sienta frente a la computadora, dispuesto a escribir, con una taza de café en mano y la buena voluntad de la iniciativa en el alma, siempre ocurre una de dos: o su mente se blanquea o su imaginación se convierte en un torrente de imágenes, palabras y sentimientos, tan confusos como puntuales, que no le permiten a uno elegir historia o aventura para contar sin dudar de la decisión.
Bueno, o eso es lo que a mí me suele pasar.
Y ya se pueden imaginar, mis queridos lectores, cuando pasa lo contrario. Cuando se agoniza en medio de escenarios y situaciones de la realidad porque no se tiene consigo un
I guess one of the worst feelings,
is to feel forgotten,
knowing that,
obviously,
one wasn't errased from the mind,
simply left aside,
you know,
like when you are too busy,
head focused on the moment,
the today,
and so,
it forgets.
About yesterday,
or something,
or somewhere,
or someone,
or just me.
Or maybe I'm just turning paranoid,
who knows,
though you just don't remember.
A pesar de ser la forma más patéticamente poco original de empezar una historia (o cuento, o relato), el día sí estaba nublado. El cielo estaba cubierto con un manto pegajoso de nubes grises, mientras que la atmósfera era pura humedad y empeoraba el remolino que él tenía en la cabeza, sobretodo teniendo en cuenta que ese día se había bañado y no se le había secado el pelo a pesar de haberle pasado la toalla hasta que sus brazos se habían cansado de luchar contra su alborotada y, aún mojada, cabeza.
Como odiaba esos días.
Más si le tocaban cuando por fin tenía un día libre de ese aburrido y maldito trabajo.
Bueno, no era un desagradecido, p
A veces me siento y pienso. by Hana-Liatris, literature
Literature
A veces me siento y pienso.
Lo más gracioso es que estoy sentada pensando si en verdad existe...
O existes, no estoy segura si es tan solo una idea o una persona. Tampoco intento pensarlo mucho, sólo lo necesario para saber que es algo y no una simple acotación copiada
..... ¿o no?
Si pudiera ser más de lo que soy, sería un pájaro, y tendría su cerebro para tirarme por la ventana sin miedo, confiada de mis alas.
Me gustaría deshacerme de mi sentido de supervivencia,
así la vida sería una aventura.
Y una muy volada.
Si pudiera pedir un deseo, sería poder escuchar sin música... o mejor aún, tan solo con la imaginación. Podría elegir la canción, el volumen no me volvería
Ya no iba a estar solo by Hana-Liatris, literature
Literature
Ya no iba a estar solo
Era un día movido, bueno, no era distinto al resto de su vida, pero le gustaba pensar eso y tratar de engañarse cada vez que salía a la calle, en el pequeño hueco de tiempo libre de la diez de la mañana, para tomarse un café bien concentrado, a tan solo un par de cuadras.
Se acomodó el sobretodo, que a pesar de su apariencia era bastante liviano, y dio gracias a su natural lucidez temprana, ya que, por suerte, se le había ocurrido agarrar algún abrigo antes de ir al trabajo. A pesar de que era verano, el tiempo destemplado, junto con el cielo nublado y la intensa lluvia de la n
Abrió los brazos y gritó,
gritó por su angustia,
por su existencia,
por que no había nada más por lo que gritar,
nada,
y lo odiaba,
¿Por qué no podía sentirlo?
Llevaba puesto un abrigo y era verano,
pero nada,
tan solo escalofríos,
un cuerpo que no era el suyo,
Y siempre,
siempre,
era un extraño,
y siempre,
siempre,
lo odiaba,
Pero estaba cansado,
demasiado,
y la garganta le ardía,
quería desgarrar,
romper,
Sus piernas ya no podían,
su postura se desmoronaba,
y,
estaba solo,
mátenme, pensaba,
ya no puedo más,
Ya no podía ver,
cuando casi no respiraba,
pero,
no sentía sino angustia,
nada,
nada distinto,
y siempre,
siempre,
era igual,
Silbaba y cantaba,
y no podía dejar de saltar,
sobre jacarandás volaba,
reboloteaba,
con el pólem se dejaba llevar,
¿cuándo miró al cielo?
¿lo habrá hecho alguna vez?
no lo creo y él tampoco,
y,
con el cienpiés al cuello,
silbaba y cantaba,
y no podía dejar de reír,
escuchen, escuchen,
frenen los días y corran los tiempos,
que los narajos bailen y aplaudan,
arriba, arriba,
hora del té para los pájaros,
y del desayuno para las abejas,
él no espera,
y,
espanta al otoño,
y,
contagia la primavera,
fuera, fuera el frio,
bienvenido el equinoxio,
¡deshielo!
avalanchas,
corrales de aventuras,
y,
silbaba y cantaba,
y no podía dejar de vivir,
de
Buenas buenas personas de por ahí que siguen teniendo Devian activo!
Cuentenme, cómo anda el 2014? De mi parte puedo decir que las perspectivas son medianamente favorables, aunque uno nunca sabe, no?
Cambiando de tema y siendo sincera, quiero despedirme de ustedes.
Esta cuenta tiene demasiados recuerdos y cosas que ya no tienen importancia para mí, que me parecen que ya les llegó su "cuarto de hora", como dice mi hermana, y que es momento de seguir adelante... cambiando intereses y ciertas cositas.
Tengo que admitir que esta cuenta acá, con ustedes, me ayudó mucho: me levantó el ánimo i
Llovió y ahora está nublado, pero el agua espantó el frío y atrajo el calor y la humedad.
Se escuchan los pájaros cantando felices, atentos al cambio de estación, esperando, como yo, que empiece la primavera, para un nuevo cambio de humor y una atmósfera más tranquila y somñolienta.
Quiero que llegue la vida y los colores, no aguanté Agosto y no planeo aguantar así Septiembre,
quiero cocinar y me faltan excusas,
quiero caminar y no tengo compañía,
y quiero irme de acá,
pero el tiempo dice que no es hora.
Sentada frente a la computadora, en el comedor diario de casa, apoyando los codos sobre el libro de biología en inglés, contando los días que faltan para que vuelva a llegar el cálido Septiembre con sus días tranquilos, estudiosos, pero a la vez, añorados.
Definitivamente prefiero mucho más la Primavera para estudiar, para tirarme al solcito por la tarde con un libro cualquiera, de escuela o vaya uno a saber qué, y ponerme a leer con un tazón de cereal con yoghur y el perro haciendome compañía. Disfrutando del momento y sin apurarme para el final de las clases, porque el verano, aunque a veces pase rápido, suele tornarse aburrido y depriment